Sopeira – 3-4/07/2020
En el pueblo de Sopeira, cerca del Pont de Suert, donde también enseñamos a pescar, hay un coto de pesca un tanto peculiar, formado por un corto tramo de río Noguera Ribagorzana y el pequeño embalse de Sopeira. Allí merodean, sin ningún tipo de preocupación, unos monstruos sin precedentes, unas bestias colosales. Siempre nos vamos asomando a la orilla par a encontrar aquellas sombras negras que imponen más miedo que ganas de pescar. Aun así, nos armamos de valor, cogemos el bajo del 0.10, nuestra mosca favorita y se la lanzamos a la boca de las enormes sombras negras. Cuando las grandes bocas blancas se abren, sutilmente, para ir a comer nuestra mosca, se dispara al máximo la tensión en nuestro cuerpo que va aumentando hasta que llega el momento de clavar. Entonces, los monstruos empiezan a nadar como torpedos de submarino, el freno del carrete al mínimo, y los compañeros a mi lado rezando. Tras unas buenas peleas, conseguimos ensalabrar a estas truchas enormes llevándolas a playas de aguas someras. Cada truchón, un recuerdo memorable.