Una sesion inesperada la cual no supe el destino hasta días antes de ir, la cual junto a dos amigos míos pude disfrutar de una buena sesión en un sitio totalmente desconocido para mí.
La sesión de desarrolló en un puesto urbano de Valladolid en el cual la mini talla abundaba.
Sabiendo que en este puesto no iba a salir ninguna +10 o +20 me decidí a ir, porque muchas veces los pescadores buscan el gran tamaño de los ejemplares pero muchos otros disfrutamos con las genéticas de cada enclave.
En mi caso no sabía que a lo largo de la sesión me toparia con una de las carpas más grandes del puesto la cual un compañero mío había sacado un año antes, la cual dio una pelea bastante dura pese a su tamaño, como dije nada más sacarla "una carpa que ha dado una pelea como si fuera de 20".
La sesión comenzó a temprana hora con la salida del sol, avanzamos toda la mañana hasta la hora de comer con apenas una picada de una carpa pequeña la cual no conseguimos sacar, pero en esos instantes no sabíamos que la "hora buena" estaba por llegar, fue acabar de comer y tener un verdadero festival de picadas en la cual llegamos a tener hasta 4 cañas fuera del agua.
Un enclave el cual tiene una gran presión de pesca y en el cual los peces presentan muchas heridas y marcas llegando incluso a haber gente que marcaba sus capturas para saber si las habían sacado antes, utilizaban alambres o cortes para marcarlas, lo cual no nos hizo mucha gracia y intentamos quitar las marcas que pudimos.
Es una pena que en sitios tan curiosos como esté la gente no respete a los peces como se debería, porque al fin y al cabo la conservación de los ríos y lagos al igual que de las especies de animales es deber nuestro no solo de los agentes del seprona, como siempre moqueta antiséptico y de vuelta al agua.
Seguimos sumando peces a la galería y tachando sitios del mapa.